Fin de la Evolución

El fin de la evolución en la naturaleza reside en el logro más importante que lleno de amor al universo entero. Esto es la evolución de seres vivos inteligentes con una programación neuronal que yo llamo moral natural. La evolución de dicha programación es una consecuencia lógica derivada de la acción de Dios, sus leyes de la física y de la selección natural. La moral natural esta basada en tres principios básicos: 1) La vida con moral natural es sagrada. Más de Dios hay en un ser vivo inteligente cuando más moral natural posea dicho ser. 2) La autodefensa. Primero está uno mismo. No debe permitir ningún tipo de agresión, ya sea externa o interna. 3) La no agresión (excepto en los casos en la que la única manera de defenderse sea agrediendo). Existen un montón de agresiones (todos nosotros las sufrimos a diario) y todas ellas están basadas en la falta de coherencia en el pensar del agresor, y en consecuencia en el actuar del mismo. Si un ser pensante sufre de una agresión y su sistema nervioso no la registra y en consecuencia no utiliza la programación de autodefensa característica de la moral natural , su nivel de moral natural baja y la cantidad de Dios que pueda haber en dicho ser pensante disminuye. Inclusive puede volverse nula. En ese caso cuando un ser pensante pierde la totalidad de la moral natural, no existen mecanismos de defensa para recuperarla y entonces dicho ser se convierte en la antitesis de DIOS o sea en un demonio. Para terminar este párrafo pido a todo aquel que lea estás líneas que luche constantemente por incrementar a Dios dentro suyo si es posible. Todo ser humano con algo de moral natural es recuperable, solo los demonios no se pueden ya recuperar, y cuidado: existen y existieron muchos demonios en el planeta tierra desde que el hombre es hombre, por supuesto que de lo que hay que cuidarse es de los demonios vivos. El cielo y el infierno existen en la realidad, pero no después de la muerte como normalmente lo dicen las religiones, el cielo y el infierno existen en la vida misma y acaba cuando esta termina. El cielo es tener a Dios totalmente en nuestro sistema nervioso, el infierno es carecer de dios en el sistema nervioso, todos los seres humanos durante el transcurso de nuestras vidas nos acercamos o alejamos del cielo mediante nuestras vivencias. Analicemos nuestros actos y pensamientos, luchemos, por dios en nosotros y por dios en nuestros niños. No confundamos a nuestros niños, acordémoslos de lo fundamental en este escrito los niños nacen llenos de Dios en sus interiores. Agilicemos nuestro cerebro en pos de nuestro bien y de toda la humanidad. Quiero y exijo para toda la humanidad un futuro promisorio, quiero y exijo que todos los seres inteligentes del universo estén en un futuro próximo llenos, plenamente de dios, ese es el objetivo de estas líneas allí reside el sentido del universo Y que dios este con vosotros.